La nata es una gran fuente de vitamina A, posee vitamina D, potasio y calcio, aunque este último en menores proporciones que en la leche. Por todo ésto, la nata, a diferencia de la leche, el yogur o los quesos, concentran mucha más grasa y calorías, debe consumirse con moderación, sin ser consideradas fuente de proteínas como es el caso del resto de los alimentos del grupo lácteo, sino que constituye una fuente de grasas perteneciente al grupo de alimentos de los cuerpos grasos.
Su utilización puede reemplazar a la mantequilla, permitiendo ahorrar algo de grasas y calorías y aportando un sabor agradable a los platos. Además, la crema de leche se digiere más fácilmente que otros cuerpos grasos. No obstante, en nuestra dieta conviene incorporar este producto como una alternativa a otras grasas y con moderación, ya que es una fuente importante de grasas saturadas y colesterol.
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